Desde problemas con los permisos para iniciar la obra hasta adversidades climáticas que afectaron la estructura, la construcción de la capilla fue un verdadero desafío. Sin embargo, la perseverancia y la dedicación de las comisiones designadas para cada etapa de la obra permitieron que el proyecto se llevara a cabo.
La capilla, de estilo neogótico, fue diseñada con numerosos altares, barandillas de mármol y una pila bautismal, elementos que le conferían un gran valor artístico y religioso. Sin embargo, con el paso del tiempo, algunas de estas características originales se perdieron debido a reformas posteriores.
Actualmente, la capilla está al cuidado de la Fundación San Lázaro, que se encarga de preservar este importante legado histórico y cultural.
Diario La Paz